La primera vez que quise asegurarme de que mi encimera de granito estaba bien sellada, hice una prueba con agua. Llené un vaso y lo vertí en una pequeña zona de la encimera. Esperé unos 15 minutos y observé qué pasaba. Si el agua se absorbía y dejaba una mancha oscura, eso significaba que la encimera necesitaba ser sellada de nuevo. Si el agua se quedaba en la superficie y no se absorbía, entonces estaba bien sellada. Es una prueba simple pero muy efectiva.
Leer sobre el sellado del granito me llevó a entender que este material es poroso, al igual que otros tipos de piedra natural, como el mármol y la piedra caliza. Esto significa que puede absorber líquidos y manchas si no está correctamente sellado. Según los expertos, el granito debe ser sellado al menos una vez al año para mantener su resistencia a las manchas y su apariencia. Sin embargo, algunos fabricantes y profesionales recomiendan hacerlo cada seis meses si la encimera se usa mucho, especialmente en cocinas comerciales.
Cuando compré mi encimera, el vendedor me explicó que había diferentes tipos de selladores. Algunos son a base de agua y otros a base de disolvente. Los selladores a base de agua suelen ser más seguros para el medio ambiente, pero pueden no durar tanto como los selladores a base de disolvente. Estos últimos penetran más profundamente en la piedra y suelen proporcionar una protección más duradera. Además, me indicó que usar productos de limpieza adecuados para el granito también ayuda a prolongar la vida útil del sellado. No es lo mismo limpiar una encimera de granito con productos específicos que usar limpiadores generales que podrían dañar el sellador.
Una cosa interesante que descubrí es que las encimeras de granito tienen una tasa de absorción que varía según el tipo de granito. Algunos granitos son más densos y menos porosos que otros. Por ejemplo, el granito negro suele ser menos poroso que el granito blanco o gris. Esto significa que, en teoría, una encimera de granito negro podría necesitar ser sellada con menos frecuencia que una encimera de granito blanco. Estos detalles pueden parecer insignificantes al principio, pero marcan una gran diferencia en el mantenimiento a largo plazo de la encimera.
Otra prueba que hice fue utilizar aceite vegetal. Vertí unas gotas de aceite en una parte pequeña de la encimera y esperé unos 30 minutos. Si el aceite se absorbía y dejaba una mancha, sabía que necesitaba sellar la encimera nuevamente. Esta prueba con aceite es similar a la prueba con agua pero puede mostrar diferentes resultados debido a la viscosidad y composición del aceite. Muchos profesionales del sector recomiendan esta prueba como complemento de la prueba con agua para obtener una visión más completa del estado del sellado.
Me encontré con un artículo de una empresa especializada en encimeras de granito que afirmaba que un buen sellador debe durar al menos un año, independientemente del uso. Me pregunté si eso era cierto para todas las situaciones. Al investigar más, descubrí que, aunque esto puede ser cierto en circunstancias ideales, factores como la frecuencia de uso y el tipo de productos de limpieza utilizados pueden reducir ese tiempo. Las cocinas comerciales, por ejemplo, con un uso intenso, pueden necesitar sellar las encimeras cada seis meses.
No es solo cuestión de estética. Una encimera bien sellada es más resistente a las bacterias y a los gérmenes. Aprendí que un sellado adecuado crea una barrera que hace más difícil que las bacterias penetren en la piedra. Esto es especialmente importante en cocinas donde la higiene es crucial. Me recordó a una noticia que leí sobre un restaurante que tuvo problemas de higiene por no mantener adecuadamente sus encimeras de granito, lo que resultó en una multa y la pérdida de clientes.
El costo de sellar una encimera puede variar bastante. En mi caso, me costó alrededor de 100 euros, pero he leído que en otros lugares, especialmente en grandes ciudades, los precios pueden subir hasta 200 euros o más. Vale la pena invertir en un buen sellador para evitar daños mayores en el futuro. Además, algunos proveedores ofrecen kits de sellado que podemos usar nosotros mismos, lo cual puede ser una opción más económica si estamos dispuestos a hacerlo.
Me di cuenta de que, aunque hay múltiples productos de sellado en el mercado, no todos son iguales. Es importante elegir uno adecuado para el tipo de granito que tenemos. En un foro de expertos en encimera granito, leí recomendaciones sobre marcas y tipos de selladores que funcionaron bien para otras personas. Así, pude hacer una elección informada y obtener el mejor sellador para mi encimera.
También decidí preguntar en una tienda especializada en piedra natural. Allí, me dieron algunos consejos adicionales, como asegurarme de que la encimera esté completamente seca antes de aplicar el sellador y de trabajar en una zona bien ventilada debido a los vapores que pueden desprender algunos productos. Incluso me recomendaron limpiadores especiales que no dañan el sellador, prolongando su efectividad. La atención al detalle y el conocimiento del personal me dio mucha confianza.
No puedo recomendar lo suficiente la importancia de realizar estas pruebas de manera regular y estar atento a los cambios en la apariencia de la encimera. Los pequeños detalles, como las manchas oscuras que duran incluso después de limpiar, son indicadores claros de que es hora de volver a sellar. No solo mantendremos la belleza de la encimera, sino que también aseguramos su funcionalidad y longevidad.